De nuevo, la muñeca rusa, sorprendiendo. Porque ¿cuántas Codas hay? ¿Cuántas "Codas", en algún momento, fueron modelo, heroína, una forma de mito? Dicen que todo está escrito, miles de formas de contar una vieja historia. Que Superman es un trasunto de Cristo, de figura celestial redentora. Dioses nórdicos en las páginas de la Marvel Comics. El erosionado camino del héroe en toda novela de aventuras.
Ni puedo ni debo evitar el mérito de Ripley en Alien, Coda lleva algo de ella. La cazadora de cuero de Tormenta de los X-men y sus alumnas de los Nuevos Mutantes: Moonstar,Illyana Rasputin, Rahne. Rey como un despojo sin padres, sin familia o estirpe que defina destinos. Y, me viene a la mente en estos momentos, la maravillosa Momo, que vive y juega aunque nunca sabremos de dónde ha salido, quién es, por qué es tan especial.
Heroínas algunas de infancia, otras se suman por el camino. "De la nada, nada se genera". Todo está inventado. Necesité una tesis doctoral para entender que no podía hacer más que jugar, como Momo, o enfrentarme a un Alien que recorría los pasillos de mis lóbulos cerebrales. Y opté por que Coda fuera única y fuera todas y, a lo largo de la que va a ser una extensa aventura, convertirse en la metanarradora del mito. Pero ese es otro sentido del cuento y, como diría un viejo conocido de Momo, esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.
Acepto las referencias, la inspiración, para dejarme llevar, agradecido.
Comentarios
Publicar un comentario